
Azata del Sol interpuso la querella a raíz del primer acto de protesta pacífico que Greenpeace realizó en El Algarrobico en noviembre de 2005, cuando colocó dos pancartas en las que podía leerse “Hotel Ilegal” y “Demolición”. La sentencia dictada estima que tales actos no fueron causa de delito ni falta alguna, ya que fueron llevadas a cabo sin violencia, sin molestar a los trabajadores ni interrumpir su trabajo y tan sólo “mostraron su desacuerdo con las obras que en el lugar se estaban desarrollando”.
“La justicia está dando la razón una y otra vez a los que denunciamos la ilegalidad del hotel de El Algarrobico, lo que nos llena de satisfacción. La Junta de Andalucía y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Marino y Rural no pueden seguir de brazos cruzados mirando para otro lado, deben demoler el hotel de forma inmediata”, ha declarado María José Caballero, coordinadora de campañas de Greenpeace.
Más información sobre esta campaña en la web de Greenpeace