jueves, 7 de junio de 2012

La biodiversidad costera: un tesoro a conservar

Ecologistas en Acción recuerda en el Día Mundial de los Océanos la importancia de la conservación del Dendropoma petraeum, un gasterópodo endémico del Mediterráneo.
 
La costa española con sus aproximadamente 7.880 km de longitud conforma una frágil franja de muy difícil recuperación en su equilibrio físico, lo cual se ve agravado por las numerosas presiones que soporta representadas sobre todo en la alta ocupación urbanística fruto de un crecimiento sin planificación y totalmente insostenible.
 
El Dendropoma petraeum es un molusco gasterópodo sésil( organismos que viven fijados en la roca), endémico del Mediterráneo clasificado como vulnerable en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, en el Anexo II del Convenio de Barcelona, y en el Anexo II del Convenio de Berna.
 
Las bioconstrucciones(viven en comunidades que conforman pequeños arrecifes que tapizan y protegen la roca) que forman son de elevada importancia, se suelen situar en superficies rocosas del medio litoral, en lugares semiexpuestos al oleaje y con gran oxigenación, formando costras, cornisas e incluso microarrecifes. El crecimiento de las bioconstrucciones de Dendropoma petraeum es muy lento. Su destrucción se puede considerar como irreversible a escala humana, estando las poblaciones españolas en serio peligro, como consecuencia del alto grado de ocupación urbanística y turística de la costa. Las amenazas principales son la destrucción del litoral (recubrimiento por aporte de sedimentos u obras costeras), la contaminación superficial del agua (hidrocarburos, aguas residuales, etc.), y las pisadas de bañistas y pescadores.
 
Las ventajas de la conservación de esta gasterópodo son varias: Constituyen excelentes indicadores paleontológicos de las variaciones de nivel en la línea de costa en épocas recientes ya que la superficie superior de estos conglomerados coincide con el nivel medio del mar.
 
Son indicadoras de la calidad de las aguas. Al ser una especie filtradora sólo se establece en las zonas de aguas limpias.
 
Sirven de refugio de otras especies aumentando así la biodiversidad de la zona, como por ejemplo poliquetos y crustáceos.
 
Modulan los procesos de erosión costera, ya que protegen a la roca favoreciendo la formación de plataformas de abrasión.
 
Cabe destacar que el mar ocupa un 71% de la superficie del planeta y en él se concentran gran cantidad de especies en peligro de extinción debido sobre todo a causas de origen antrópico como la sobreexplotación pesquera y la acuicultura, la destrucción del hábitat marino, la acidificación de los océanos provocada por vertidos y el cambio climático que contribuye con el aumento de la temperatura de las zonas templadas a la proliferación de especies invasoras y a la descongelación de los hielos del Ártico.
 
Ecologistas en Acción considera de suma importancia conservar estas y otras especies que son claros indicadores del estado de la costa, así como zonas de alta concentración de biodiversidad y de  mantenimiento del equilibrio costero. Su distribución en la costa española va desde Castellón hasta Cádiz, Baleares, Islas Columbretes, Alborán, Ceuta, Melilla e Islas Chafarinas. Destaca el arrecife de cabo Roig en Alicante, las bioconstrucciones de cabo Palos, cabo Cope y puntas de Calnegre en Murcia, y las del Playazo de Rodalquilar en Almería. A nivel del Mediterráneo lo podemos encontrar en Sicilia, Malta, Creta, norte de África, sur de Turquía, Siria, Libano e Israel.
 
Para más información: Natalia Martín 685 83 39 64      , Jorge Saez 615 93 00 17     

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