La reforma de la Ley de Costas, que salvará del derribo a 3.000 chiringuitos y 10.000 viviendas en las playas, encara su recta final en el Congreso de los Diputados, con el rechazo de los partidos de izquierda y la atenta mirada del Comité de Peticiones del Parlamento Europeo que ha recibido cien quejas.
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